
Casualidad o no, este blog comienza en el año del 25° Aniversario de la 'recuperación breve' de las Islas Malvinas y recordando a los soldados argentinos que ofrendaron lo máximo por la patria, acá van unas lineas de Borges que Clarín publicara por primera vez el 30 de diciembre de 1982 bajo el título "Milonga del soldado":
Milonga del soldado
Lo he soñado en esta casa
Entre paredes y puertas.
Dios permite que los hombres
Sueñen cosas que son ciertas.
Lo he soñado mar afuera
en unas islas glaciales.
Que nos digan lo demás
la tumba y los hospitales.
Una de tantas provincias
del interior fue su tierra.
(No conviene que se sepa
que muere gente en la guerra).
Lo sacaron del cuartel,
le pusieron en las manos
las armas y lo mandaron
a morir con sus hermanos.
Se obró con suma prudencia,
se habló de un modo prolijo.
Le entregaron a un tiempo
el rifle y el crucifijo.
Oyó las vanas arengas
de los vanos generales.
Vio lo que nunca había visto,
la nieve y los arenales.
Oyó vivas y oyó mueras,
oyó el clamor de la gente.
El sólo quería saber
si era o si no era valiente.
Lo supo en aquel momento
en que le entraba la herida.
Se dijo: No tuve miedo
cuando lo dejó la vida.
Su muerte fue una secreta
victoria. Nadie se asombre
de que me dé envidia y pena
el destino de aquel hombre.
Jorge Luis Borges
2 comentarios:
Y también, casualidad o no, este blog argentino comienza un 25 de mayo...
Jorge Luis Borges. Fragmento sobre Malvinas.
"Les tocó en suerte una época extraña. El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronces, de aniversarios, de demagogos y de símbolos.
Esa división, cara a los cartógrafos auspiciaba las guerras.
López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado el castellano para leer el Quijote. El otro profesaba el amor a Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez, cara a cara, en unas islas demasiado famosas y cada uno de los dos fue Caín y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos; la nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos comprender."
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